Era un hombre de papel, era un juguete del viento.

martes, 11 de enero de 2011

Making-off


Sería el mes de agosto, sería el mes de septiembre aún caluroso. Serían las cervezas tranquilas de una terraza. Serían los años que no me sentaba con Sergio… pero surgió una idea, no más, la idea de escribir algo contra los otros. Apareció en nuestras manos un bestseller Cien razones cien para ser del Barça y no del Real Madrid y parecía fácil copiar el formato opuesto. El mismo libro ya era para mí una grata fuente de inspiración pero de 100 razones bajé a 69 y así sucesivamente hasta que no había más razones que una para no ser del Barça: la no identificación.

Que le voy a hacer si, siendo una persona de orden, no me considero del orden establecido.

Y de esa insalubre idea se fue configurando el libelo contra lo culé, contra el barzismo imperante, contra el esplendor de un especulativo latón. No es frecuente construir una casa por el tejado ni un libro por el título y la portada. Pero una tarde, despues de ver el documental W.Burroughs, A man within, en el festival In-edit, despues de ver su discurso de acción de gracias a los ciudadanos americanos, vino a mi esa imagen de Arias Navarro, esa imagen de punto final que en realidad fue un punto y seguido. El anuncio desde el mismo régimen del fin de un régimen, donde lo menos importante era la muerte física del dictador.

Y de la humedad surgió el sueño. Esos momentos que acaban siendo de justícia poética, nadas más, me iluminaban el camino y me ofrecían el entorno en el que contextualizar el pequeño libro que se iba a gestar. La muerte deportiva del Barça, de la hegemonía y el dictado, de la antropofagia deportiva y mediática, de la acumulación de valores y de dólares euroconvertibles. El fin de una dictadura autocomplaciente, privilegiada y aceptada en el ordenamiento jurídico vigente.

Ese es el único motivo que me inspiraba hablar en contra de los otros, el de denunciar, o ridiculizar, siempre con sentido del humor, la corte de fariseos y monárquicos del verso que reproducen la máquina de conciencias compulsivas culé. Las casitas azulgranas. De la confusión popular al abrazo de lo vulgar.
Y cómo no, la mejor época para hacer este ejercicio de desamor es en tiempos de esplendor decorativo, cuando son más sensibles a la crítica, por inesperada, por injusta, por infiel, por incomprensible. Aunque el reduccionismo periodístico lo haya catalogado, en la intimidad, como una acción más que genera violencia….autoodio. Vamos, el libro solo responde a un calentón de derbi.

Gracias a esa prensa por ahogar el sueño de personas de bien que no predican con el pensamiento único, gracias por su paternalismo reparador y sus subvenciones a fondo perdido… fondo que se pierden ellos.
Pero más bien la intención es molestar. Ya somos la Catalunya biutiful, la que jode… luego existe, como mínimo hasta Sant Jordi 2011.

Pero queremos más, salir de la resistencia activa. Abrir la puerta y caminar, dejar las octavillas y publicar, en papel, en la web, en el espacio radiotelegráfico. Estamos aprendiendo que el futuro es nuestro y nadie lo va a escribir por nosotros. Despues de criticar al imaginario culé, de la revolución permanente, esa ha de ser nuestra oportunidad, y un mejor legado.

Como dijo y desdijo Joan Cruyff, el Barça ha dejado de ser más que un club. En eso estamos…

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