Era un hombre de papel, era un juguete del viento.

lunes, 26 de marzo de 2007

TRISTEZA NEGOCIADA

Tristeza de un día más, una mañana en silencio precursor. Cabizbajo entre cojines desnudos Respirando el rastro del polvo de un nuevo día Tosiendo para escupir la sangre adormecida Una noche más en vela, una noche más oscura Flirteando con la idea de la desaparición Amenaza sesgada en mi cabeza Manos muertas sellan mis labios resacosos Aliento quejoso despierto por el llanto postnatal Ojos despiertos cerrados Caminando arrastrando un velo inquisidor El muro de la tristeza acecha Resignación de una orden más incumplida Resignación de una idea sugerente perdida Resignación de caricias decaidas por la luz tardía Resignación de andar entre fantasmas de un ayer inventado Resignación por ver a un hijo sonreir Resignación por su mirada perversamente cómplice Resignación de no ser elegido al azar Resignación de un hasta pronto resignado El muro de la resignación se abre a la calle Una vez en la vida se calla para hablar en grito Martillo neumático de voces distantes Rencores como estigmas en las manos Violencia descarnada en la piel Espero que cuando vuelva no estés aquí Campanadas de mediodía Orgullo cifrado en contraste de caracteres Orgullo lastimado en contraste de pareceres Lo tuyo es mío y lo mío ya no es tuyo Libros de familia reescritos extraoficialmente Muerte, dolor, llanto, susto, cadena inversa prevista Aviso no es traidor, es compromiso No hay negociación posible con los ojos heridos Brazos tensos esperando una orden de acción Pies para que te quiero si no corren Tu primero, y tu mamá tambien Zapatero a tus zapatos, podridos de rencor De crispación solo vive el hombre La mujer recoge el fruto.....de pasión La fuerza de los débiles enmudece espectante Al alba de la sentencia no hay solución La sonrisa de un niño crece en el tragaluz Las sombras se iluminan en el zulo del corazón Es la hora anunciada Es la hora del adios amable Respetuosa despedida innegociable Volveran las viejas negras A deslizar cánticos de sirena Criacuervos