Era un hombre de papel, era un juguete del viento.

lunes, 10 de enero de 2011

Humo



Humo, que recorre las calles.
Humo, que descubre tus pasos perdidos
de madera rancia en el vino seco
de olores escondidos

Humo de madrugada que saborea el sexo
que se esconde entre tus senos
descubriendo el rubor de tu piel
serpenteando bajo las sábanas de tu cuerpo.

Humo, que humedece la vertical del cielo
señalando heridas entre seres desnudos.

Humo, tras despedirte en la esquina
abrazando unos pies fríos
Humo, que oscurece los besos tardíos
en el ocaso de tus carícias.

Humo político
que recorre el filo de la cortina
renunciando al suicidio por consenso.

De la intolerancia húmeda de la masa hostil
cotizas a la baja en los mercados del rastro social
Libertad vigilada. Oh, gran pater recaudador
Conciencia mater, limpia del resquemor.

Humo, que claroscuro reescribes
el carrusel fronterizo del tercer hombre
que la luna de cabaret suspira.
De sed en el mal
Extranjero en Shangai
sublimando una canción asonante en Xanadú
su último capullo de rosa marchito.

Humo que lloras en tu fría asepsia
Despídeme de tu belleza
robada y quebrada.

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