Era un hombre de papel, era un juguete del viento.

viernes, 22 de mayo de 2009

101

Las sombras auguran tras la puerta nº 101. Libertad virtual vigilada, La condena al círculo concéntrico de la esclavitud sentimental. El desastre mayúsculo a traición. Intolerancia es una palabra desgastada, al igual que victimismo. Se pierden en el currículum diario y las utilizamos constantenmente para defender, atacar Y sobretodo, huir hacia delante. La vida fluye en infinitos caminos inciertos Retorcidos en sí mismos, en bucles y sesgados Pero siempre existe el límite, ese número 101. Esa puerta conductista, que acaba siendo la trampa de Venus. Intolerancia de unos besos tardíos, a desgana Victimismo de unos asesinos labios. Muere-mata. Intolerancia de un victimismo alegórico y familiar. Victimismo ensimismado en la última roca del mar. Interferencias en el ángulo obtuso de unos reproches. Y así decae la noche, Cual día desaprovechado, susurrando va. Lamentando se queda.

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