OB-JE-CION

No es bueno hablar de crisis, hay que ser positivo. Bien, estoy de acuerdo pero no oir, ni ver, ni callar es pasivizar al sujeto-objeto. Crisis, Recesión, estanflación inducida deconstruida la inflación, en realidad son cortinas de humo, fases relevantes y cíclicas en el modelo de acumulación y crecimiento. Yo alternaría a cada descripción de la tragedia su colateral efecto emocional. Porque de la misma manera que se abusa del psicologismo de la crisis, se obvia el verdadero objetivo final: tu y yo, dos almas en pena, sometidos a una insoportable presión.... de silencio. Es necesario hablar de asimetría: paciencia y tranquilidad ministerial, refundación del capitalismo sarkozyen a base de inyección anal. Presión, Miedo, Inmovilismo. Cuidado chico. La miopía que corea el amanecer etílico del virtual metal subyace escondida entre las sábanas del mejor no despertar. Brevemente: Dado que la intervención del estado en esta crisis es asimétrica, solo favoreciendo al capital financiero, y parte del gran capital industrial, en detrimento de las clases populares, sin dotar más recursos sociales, parcheando gasto público para generar solo empleo temporal e improductivo, generador de nuevas corruptelas y clientelismos... y percibiendo que lo único que ofrecen es someternos a mayor presión, me he puesto cachondo y verbalizo lo que hace meses pienso es la única arma de destrucción sistémica que nos queda a este débil ejército civil desarmado que somos todos (no solo los culés como dijo Manolo Vázquez Montalbán). Objeción fiscal e hipotecaria, dos pájaros de un tiro. Ya, ya, ya. Antisistema, antisocial, hereje y destructivo, intelectualmente violento y no resolutivo. Yo lo veo presión contra presión. Si el movimiento obrero organizado otrora sirvió como muro de contención para el anárquico espíritu capitalismo redentor bajo ratios de solvencia, y los frutos, podridos, de hoy son siembras de la esperanza de ayer, la corriente del río fluye por sí sola.... Huelga decir que objetar apela al espíritu de la huelga, no por no pagar sino hacerlo en mejores condiciones. Movilizar los recursos necesarios para resurgir con aire nuevo, reforzando el gasto público como estabilizador para los que menos recursos disponen, sin repetir modelos insostenibles de crecimiento especulativo, estimular el juego cooperativo que minimice el juego de suma cero, construir alternativas energéticas, tecnológicas, incentivar la investigación estado-universidad-empresa, dignificar la relación ahorro-inversión-alquiler-rehabilitación-vivienda, escapar del modelo segmentado de publicidad y consumo, que el Barça quiebre sin ayuda estatal-autonómica y local, y que el sexo se practique seguro, seguro cada día. Emprender el análisis crítico del auténtico, y único, espíritu marxista, con léxicos y protagonistas nuevos, sin mesías ni paraisos, ni salvadores del cheque fiscal, ni agoreros del capitalismo popular endeudado. En fin, aprender y capitalizar para distribuir. No para hacer saltar la banca.